La organización terrorista ETA ya utilizaba a principios de los noventa el sistema iniciador de bombas-trampa, a través del aporte de luz, hallado en poder del 'comando Vizcaya'. Con una de esas bombas-trampa, la banda asesinó el 19 de marzo de 1992 al artificiero de la Guardia Civil Enrique Martínez Hernández, Lliçà de Munt (Barcelona), y volvió a intentarlo ocho años después en un atentado contra la casa cuartel de Irún (Guipúzcoa), informaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista.
El Departamento vasco de Interior alertó hoy a sus agentes de que la Guardia Civil había hallado en poder del 'complejo Vizcaya' un dispositivo iniciador de nombre LSR --otras fuentes lo denominan LDR--, que activa la bomba al contacto con la luz. Se trata de que el sistema iniciador reciba un aporte de luz extra que active el mecanismo de explosión, de tal forma que si se ha ocultado en un lugar oscuro, la apertura de éste supone la inmediata deflagración de la bomba.
El 19 de marzo de 1992, los terroristas alertaron del abandono de un coche entre Lliça d'Amunt y Granollers con una llamada en nombre de ETA. Hasta allí acudieron los miembros del Grupo Especialista en Desactivación de Explosivos (GEDEX) de la Guardia Civil, entre ellos Enrique Martínez Hernández, que murió a consecuencia de la explosión.
Por aquel entonces ya había regresado a Francia, Luis Ignacio Iruretagoyena, 'Suni', un 'autodidacta' que había perdido varios dedos instruyendo a la guerrilla nicaraguense en la elaboración de explosivos. 'Suni' fue detenido el 1 de septiembre de 2007 en Cahors cuando dirigía la principal 'fábrica de bombas' de la banda y está considerado uno de los principales 'innovadores' en este campo. Discípulo de Iñaki Santesteban Goikoetxea, 'Einstein', se encargó de instruir en la fabricación de explosivos a Arkaitz Goikoetxea y Jurden Martitegi antes de que los dos 'liberados' cruzaran la frontera en febrero de 2007 para poner en marcha el 'complejo Vizcaya'.
IRÚN, AÑO 2000.
Las fuentes consultadas apuntaron a que ETA también utilizó el sistema LSR en la bomba-trompa que dejó cerca de la casa cuartel de Irún el 21 de noviembre de 2000, el mismo día que a cientos de kilómetros de allí, en Barcelona, era asesinado el ex ministro socialista Ernest Lluch.
En Irún, los terroristas lanzaron dos granadas desde el techo de una furgoneta a la casa cuartel y cuando los artificieros acudieron al vehículo, el perro de los GEDEX detectó la presencia de explosivos en su interior. Los etarras habían dejado una bomba en la guantera del coche, pero en esta ocasión los artificieros se ayudaron de cebos y un robot, y no hubo que lamentar víctimas.